Muchos damos por sentado el trato justo y la protección contra la violencia y el abuso. Sin embargo, para millones de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI), la justicia dista de estar garantizada. A nivel mundial, en demasiados países se mantienen leyes anticuadas o represivas y se demora en los avances o se rechaza voluntariamente el progreso hacia la igualdad de las personas LGBTI.
Por este motivo, a menudo ser miembro de la comunidad LGBTI significa esconder quién eres o arriesgarte al rechazo, la discriminación y la violencia. En algunos países, significa arresto, una sentencia de cárcel o incluso la pena de muerte. Es necesario realizar con urgencia una reforma jurídica para proteger a las personas contra los actos de injusticia y abuso y exigir responsabilidades a los autores de tales violaciones.
Se han logrado verdaderos avances en la lucha por la igualdad, pero aún queda camino por andar. Por eso es tan importante destacar nuestro apoyo a la igualdad para las personas LGBTI y mostrar a los gobiernos de todo el mundo que sus ciudadanos no apoyan ningún tipo de represión o abuso.
Es hora de acelerar la marcha mundial hacia la igualdad. Súmate a las Naciones Unidas para exigir justicia y protección para todos, sin importar quiénes sean ni a quién amen.
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